No, caballeras y caballeros, no se alarmen, mi cerebro es bastante más inteligente que yo.

jueves, 2 de febrero de 2023

Todos somos capaces

Todos somos capaces:


Miro sus ojos y en ellos veo una persona viva y otra muerta, confluyendo en un presente opresivo, lleno de consejos bienintencionados que bien podrían ser un ancla que, en lugar de sujetar nuestro barco, nos ahoga en el fondo de las negras aguas.
No logro comprender por qué tanta gente elige a la persona muerta, es una forma reverente de arrogancia el decidir y obligar al otro a ser quien es a través de nuestra pupila, porque así le iría mejor, porque la queremos.
La persona muerta me aterroriza, puede andar, tal vez conoce la visión o el oído, quizás puede ayudar en casa o desempeñar algún trabajo. Es, en definitiva, una persona que no existe. Una persona capaz, pero que nunca jamás llegará a ser.
No podemos esculpir nuestras limitaciones para descubrir bajo ellas un núcleo puro y sin tara alguna, porque el núcleo también está hecho de la misma materia que el resto de nosotros. Esculpirnos es sólo un quitarnos para ocupar poco espacio, un ejercicio de substracción canibal sobre una misma, a fin de que que no se rasgen las vestiduras aquéllos que enarbolan el estandarte de la normalidad.
Ante mí veo a alguien con necesidades y capacidades diferentes que podría ser feliz pero se ahoga bajo el peso de todo aquello que debería ser, que da manotazos en el agua pidiendo auxilio mientras alguien se alegra genuinamente porque por fin mueve los brazos. ¿No estaba paralizada? ¿Acaso no se mueve ahora? ¿No será el ésta la clara señal de que sí podía con todo, tal y como pensábamos? Mientras, sin comprender y exhausta, muere y mueren sus ojos.
Hay una persona viva también, todavía está aquí. Necesita una silla de ruedas, un implante cloquear, unas pastillas o quizás comprensión. Necesita que no le hagan hacer malabares si es tuerta, que no le manden estar quieta si para aprender necesita movimiento, que no le hagan correr cien metros lisos si sus piernas no responden, que no la fuercen a tener un trabajo de ocho horas cuando el mundo es demasiado maleable para comprenderlo, tan cambiante que satura cada neurona y en su vaivén hace daño. Que no le digan que carece de valor por no ser otra persona que jamás podrá ser pues, por más que la obliguemos, sólo obtendremos de ella un cadáver que, pese a todo, no era como los demás y nunca hubiera podido serlo.
No eres una carga y no necesitas ser como aquéllos que te rodean.
Tus capacidades y tus necesidades sólo pueden ser un problema para quien te mira y cubre al tiempo sus ojos. Yo quiero verte, sin miedo.
Quiero verte y celebrarte.
Quiero verte y admirarte.




 

Creative Commons Licence
Todos somos capaces by Marta Roussel Perla is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Based on a work at https://martarousselperla.blogspot.com/.