No tengo palabras:
No tengo palabras, tal vez por eso los segundos en tu voz vibran en el idioma de una lluvia que cae sobre el tiempo. Quizás por eso no acabo de entender el por qué mientras el resto de la pregunta se desliza por mis dedos huyendo como arena sobre cristal… porque la respuesta fluye a ambos lados de la interrogación, atravesando un vacío vasto e infinito, y desaparece. Aquí no estoy yo, pero sin embargo hay algo que late y lo llena todo. No tiene nombre, pero lo contemplo absorto y no puedo dejar de pensar en tu alma transformándose en tinta y verso sobre un mundo blanco, liberándote en la creación que te deshace diciéndote. Evoco tus cuatro borradores perdidos en un intento de decir lo que se esfuma en mis labios, y me inclino ante las horas haciéndose un hueco entre una sonrisa sin dueño. Jugando a no caerse, encima de un beso que sabe al atardecer y a chocolate. Y entonces me acuerdo de que elijo relajarme y narrar el relato del mundo, porque no existía en ningún ahora ni nadie ni Norte. Las palabras no podían izar la realidad y enarbolarla como una bandera invisible, la brújula siempre estuvo rota. La clepsidra no sabía contar las horas y la brisa tan sólo acariciaba las líneas que no podían escribirse, ésas que buceaban entre palabras antiguas como piel o cariño, que –por supuesto– tampoco quedaron atrapadas en letra alguna. No tengo credo, soy un reflejo errabundo que comparte el cielo con el cielo mismo, soy que no soy. Si por darme papel lo prefieres, soy un viajero surto que, al recorrer el camino al lado de la causalidad y la casualidad, se ha topado con la dulzura andando sus huellas, preguntándose si no sería acaso que esas huellas no eran suyas y la dulzura sí en la más evidente confusión sin sentido. Deseando con curiosidad otro instante de deseo, de relato siendo que tal vez se hiciera una visita al reloj. Dibujándole una reverencia a la ternura cuando ha vuelto a comprender que no existían nombres ante ella. Y que sólo recordaba el recitar dulce y trémulo inundándolo todo, imaginando momentos enteros a través de un solo gesto.
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Desde luego yo estoy igual, no tengo palabras, sólo te insisto en que me gusta mucho tu faceta romántica.
ResponderEliminarUn beso Jorge! :)
Muchas gracias, Sofya. Lo cierto es que aún me encuentro en este estado en que ya no sé decir, no comprendo muy bien qué ocurre, pero el tiempo se me dilata en cada gesto... Quizás los arrebatos con miss Carrousel se me están yendo de las manos... quizás nunca hubo manos y sólo había poemas... Aún no sé qué decir. Supongo que me he tirado a la piscina de cabeza y con ropa sin pensar siquiera si era verano. Siento no poder darte una respuesta mejor, pero los días se me asientan como años y no consigo pensar con claridad, estoy flipando vaya, aunque la vida pueda ir como le plazca.
Eliminar¡Un abrazote! ^_^
Guau, Roussel. No puedes escribir eso al momento, desprestigias mis intentosde (llamémosles así). Lo leí ayer por la noche, pero tenía hoy un test que aprobar hoy. Tampoco sabía qué decir, no nos engañemos. Eso ya lo suponías. Nada que esté a la altura de tus composiciones. Además, ésto me devuelve la pelota, ¿no? Ahora tengo que pensar algo diferente, para darle más emoción (Ya se me ha ocurrido algo, pero necesito tiempo para que sea genial).
ResponderEliminarEn serio, nadie se había tomado tantas molestias en dedicar parte de su tiempo a jugar a escribirme. Estoy que tampoco digo nada a tus palabras, porque nada sale. A ti no se te da mal escribir sentimentalismos. Si es que desde La historia de Borjn ya puedo imaginarte escurriendo tu mente más emotiva.
Me gusta hablar con la lluvia, como dices, el idioma de la lluvia. Aquí siempre llueve, así que mantenemos largas conversaciones. Pero admito que prefiero ser el trocito de sol que hace arder la piel en cada agosto. También adoro el chocolate, vaya.
Me ha gustado el comentario de la piscina y el verano. ¿Por qué no pruebas a tirarte al mar en pleno invierno? Será por agua, será por locuras. Si nos roban las horas, ¿qué nos quedará sino locuras?
Y volviendo un poco al hilo de lo escrito, no sé, a veces no se necesitan palabras (por eso somos fieles admiradores del silencio). A veces no son suficientes, como ahora, para decirte que me hacen sonreír tus palabras :)
Si no existe un ahora, tiempo, brújulas ni Norte, tan solo queda decir que eres un viajero errante, caminante sin destino. Y aún así, aludes a visitas de un reloj ¿En qué mundo flotamos, en qué tiempo nos perdemos? La vida va y viene y va y viene. Y nosotros con ella. Ya no sé por dónde iba.
Que todo lo escrito ya es en sí mismo una reverencia. Y que ahora me toca a mí hacerla :)
Eres fantástico, Roussel. No sé decir otra cosa.
Miss Carrousel
Hombre, fantástico es mucho decir, en serio, yo no soy estas letras, ni mucho menos -aunque me haya dejado entre ellas-. Pero es que me sorprendió lo de que dedicaras tanto tiempo al juego y eso... Y además no sé dónde he puesto la sensatez. Por si acaso me relajo, que total, la vida siempre tiene planes de lo más raros. Y uno nunca puede aferrarse a nada, por otro lado... no sé, siento una obvia predisposición a ti, eso está claro. Aunque no deja de resultarme curioso -por nada en particular, por supuesto-. Es de lo más interesante... Ya te dije que las personas se me escapan un poco y que las relaciones interpersonales en cambio las vivo y las contemplo, pero ahora me siento perdido. No me preocupa en absoluto, ni me preocupa nada más que caminar, así que simplemente estoy ocupado sintiendo algo perdiéndose por ahí. Por cierto, la visita al reloj es por el relato, el relato es sólo un símbolo, es mentira. Lo que está ocurriendo, sea lo que sea, cuando uno lo siente con total atención hace que los conceptos sean sólo humo para explicar un silbido.
EliminarEn realidad aquí no hay deudas, ahora no te toca hacer nada que no sea jugar. He tardado tan poco porque necesitaba decirte esto. Ahora ya tengo tiempo -bueno, y antes-. Pero yo me olvidaría de la idea de la genialidad, que eso no es para mí, así que, sí, la pelota la tienes tú, pero el juego es bastante maleable. Cuando juegues, juega solamente, haz sólo el movimiento que te pida el cuerpo, no pongas al relato más palabras de las que se merece, ni le pongas menos, haz exactamente lo mismo que haces cuando juegas, y no lo hagas si no te apetece, que me da palo eso de que ahora piensas que tienes que responder, hombre. Y antes de que se me olvide, ¡suerte con el test! =)
Te diría algo más pero la sensación de perdición me acaba de quitar las palabras de nuevo...
¡Un abrazo! ^_^
Claro que siempre escribo lo que siento. O al menos lo que quiero escribir. Sin más, sin menos. Tampoco creas que me siento obligada. No escribo por obligación, sino ya lo habría terminado hace tiempo. Pero necesito estar predispuesta a las personas, a las situaciones, para poder sentir lo que hago. Solamente abriendo los ojos y dejando que el aire entre en los pulmones es como realmente puedo escribir sobre alguien. Me parece bonito. No tengo grandes cosas que dar, pero las palabras no cuestan nada. Por qué no regalarlas al mundo para que sonría?
EliminarBueno. El caso. Le dedico tiempo por el mero hecho de que hago bien las cosas o no las hago. Y además. Me gusta jugar. Me encanta jugar. Por eso, cuando tenga algo bueno, seguiré.
¿Para qué hablar de sensatez? El mundo está loco ¿Por qué ir contra eso?
Y no te pierdas. Que luego no te encuentro jaja.
Como cantaba Aerosmith, lay it down :)
Buenas noches!
Miss Carrousel
P.D. No soy una psicópata. Puedes estar tranquilo.
EliminarEs muy tranquilizador que una persona te diga eso, ¿en serio no has matado a nadie desde hace tres días tras un estudiado ejercicio de acoso silencioso? Qué decepción. Los frikis ya no somos lo que éramos.
EliminarQuizás es cosa mía, pero considero que la sensatez viene bien, porque viene bien saber que no hay que idealizar nada, que sólo hay que vivir y comprender lo que se vive -antes tenía ese problema-. El mundo no creo que esté cuerdo ni loco, sólo sé que mis planes coinciden pocas veces con los suyos, por eso últimamente no trazo dibujos sobre una vida que podría inventarme... me ocupo de ocuparme.
No te preocupes, que por más que me pierda, podrás encontrarme. Basta con que coincidamos y para eso sólo basta querer coincidir. Y eso puede ser algo muy sencillo.
Tronca, ¿se te está yendo la olla?, porque a mí un poco, y siento rebajar la epicidad del momento, pero cuando digo que estoy perdido, me refiero a que no encuentro los sentimientos donde sea que nacen y a la vez hay algo ahí, al borde del precipicio, que aparece cálido. Y demasiados pensamientos revoloteando en la cabeza. El único problema que le veo a este juego es que está entrando en el campo de lo personal y dado que lo ignoro todo de ti, no me veo capaz de escribir mucho más, aunque ya se verá. El juego continuará con probabilidad en cualquier caso, y eso me gusta. Y sin embargo la irrealidad que irrumpe me desconcierta... supongo que habrá que saborearla, como todo. Dices que tienes poco que dar y yo no tengo nada que pedir y casi nada que ofrecer, así que me siento muy cómodo...
En fin, miss Carrousel, me estoy rallando y de momento es mejor dejarlo, mañana será otro día.
¡Duerme bien! ^_^
Yo creo que las palabras sí cuestan -no hablo en términos de esfuerzo cuantificable, aunque también merece ser muy valorado-, aunque puedan aparecer fáciles entre las manos cuando te pones a escribir, y aunque sean difíciles de hallar, no creo que eso sea relevante. Pero cuando uno escribe un texto literario, cuando uno le escribe a otra persona y el texto tiene que expresar ese hecho y todo el mundo que es entregado a otro mundo entero, las palabras se convierten en algo sagrado que hay que cuidar y respetar (y pasar de ellas, todo junto). Es precisamente por eso que las regalamos como si no importaran, que alguien las recogerá, y sonreímos con gratitud cuando el regalo es aceptado. Pero, sobre todo, es precisamente por eso que estamos aquí, ahora. Tú y yo.
EliminarCuánto furor está causando esta entrada. Si es que te pones un poco sentimental y mira qué pasa (no quiero decir que sea mejor que las otras eh, en absoluto). Bueno. Que para mí es especial y esas cositas.
EliminarNo he matado a nadie. Quién sabe si he conspirado, si lo estoy haciendo. Tenga usted cuidado, que tal vez alguien le ataque por la espalda. Ja.
Si aplicas la sensatez a la idealización, sí, claro. No podemos vivir inmersos en idealizaciones engañosas.
Encontrarte cuesta unas cuantas millas. Coincidir por las calles, todo es posible.
Ya leíste mi entrada de la loca aquella, así que puedes intuír que yo la sensatez la tiro por la ventana en cada cosa que hago. Así que yo encontraré la manera de seguir. De todas formas, es cierto que lo ignoras todo sobre mí. No voy a ser quien rompa esa burbuja. Pero sí confesaré, para que desconozcas un poco menos, que colecciono postales y pintalabios, como las manzanas al revés, siempre quise bailar bajo la lluvia en medio de la carretera, ayer fue mi cumpleaños, mis personajes favoritos de las pelis son los malvados y creo que no soy una psicópata. Y ese es el resumen de mi vida. Esto da para un libro por lo menos. Un best seller.
Te lo cuento para desconcertarte más. No se puede tener todo bajo control. El mundo se compone de esos momentos en los que nos quedamos en silencio, sin respuesta, a veces, sin preguntas. Y es una guerra perdida el buscar salida a tornados mentales.
Yo creo que las palabras las regalamos no como si no importaran, sino más bien porque somos conscientes de su magia y es por eso que decidimos regalarlas. O porque simplemente tenemos algo que decir. Y sí, por eso andamos por aquí como andamos.
No pienses tanto, no trates de entender lo que no tiene explicación. Hay cosas que pasan porque sí. No por el destino ni el karma. Piensas que el mundo no está cuerdo ni loco y yo creo que está jodidamente chiflado. ¿Cómo vamos a intentar entenderlo? En serio, es imposible. Yo ya no lo intento. Estoy con Morgana. No hay límites.
A dormir.
Miss Carrousel
Ah.
EliminarY mi nombre lo he confesado en el poema. Está muy enmascarado. Pero ahí está, siendo secreto. Siempre secreto.
La verdad es que los límites y yo tenemos una extraña relación, pienso que se me difuminan y de tan arbitrarios que son, existen y no existen, como el gato en la caja. No sé si te puedo decir mucho de mí: como los sandwiches de Nocilla/Nutella de fuera adentro -suelo reservar lo mejor para el final en cualquier faceta de la vida-, como arroz unas cinco veces a la semana porque hago bastante ejercicio, me encanta pensar aunque no suelo participar mucho en las conversaciones, cuando lo hago, eso si, soy incapaz de callarme y en parte mi humor se basa en una especie de concatenación de absurdos, a falta de ingenio, bueno es romper la lógica.. Y me siento muy feliz cuando friego el suelo, es más o menos como cuando hago artes marciales -no, no se me dan bien, pero me encantan-. No se puede tener nada bajo control, que yo sepa, no existe nada mio en este mundo.
Eliminar¡Un abrazote, miss Carrousel! ^_^
Esas palabras o frases al aire no son nada en comparación al silencio. Este -ruiseñor de grandes momentos épicos y de batallas triunfantes o derrotadas- tiene un valor por el hecho de ser y existir. Su importancia trasciende lo material y llega a los reinos de no saber qué decir en momentos incómodos o problemáticos. Un silencio, sea cuál sea la cantidad de tiempo, siempre es necesario para marcar un punto de inflexión. Sin embargo, y a pesar de que sea silencio, también es una forma de comunicación. Habla más que el mismo abecedario y entrega más de lo que uno quisiera expresar. ¿Qué haríamos sin esas pausas, sin esos lapsus que llegan a cortar el aliento cuando se desea tomar una decisión o tomar valor de lo que se quiere decir?
ResponderEliminarYo -aunque esté media cuerda o media loca- no puedo dejarlo de lado. Es mi manera de acentuar o potenciar lo que quiero expresar.
Interesante forma de escribir.
Cata.
Bienvenida al blog, Cata, y gracias por comentar. Las palabras se me antojan iguales que el silencio: son transmisoras de información. Trato de escoger las palabras con cuidado porque si uno se pone a escribir debe ponerse el listón bien alto e intentar superar el silencio. Por otra parte a veces uno se da cuenta de que el silencio es lo mismo que las palabras, eso o quizás lo que intento significar está fuera de ese àmbito y no puede expresarse de ese modo. Supongo que podría decirte que a la vez se encuentra dentro de ese àmbito -que también- y no estoy muy seguro de si esta paradójica incapacidad tiene que ver con mi mala calidad como escritor o con la forma que tiene la realidad de echarse unas risas.
EliminarAún así esto es un blog de literatura cutre, avisados estamos todos. Me alegra que mi forma de escribir te parezca interesante, muchas gracias.
¡Un abrazo! ^_^
A mí me parece que son dos locos maravillosos, Carrousel y Dark y no me extraña en absoluto que salgan excelentes textos de vuestra interactuación. Este juego se ha jugado siempre entre escritores y poetas.
ResponderEliminarEn el foro de Ultraversal se juega constantemente y hasta le pusimos nombres a la corriente poética y literaria, porque hasta se han escrito novelas a cuatro manos... es "la Poética del arrebato" porque uno se deja arrebatar por el poema o el texto ajeno y le contesta o escribe en generales inspirado por el otro. A veces el juego es público y notorio, otras veces es más privado y cosa de dos, pero ocurre y ocurrirá.
Creo que es una cuestión de pura química, que no se da con todo el mundo, sino con personas muy determinadas, exactamente igual que en la vida real.
Escribir de otro, a otro, o inspirado en otro, es una forma de empatizar, de abrir puertas que, naturalmente, implica una atracción indudable y es un misterio en sí mismo.
No importa el cómo, ni el cuando ni el porqué, importa el para qué y ahí podría deciros muchas cosas, pero sólo os diré que para disfrutar cada uno del talento del otro, para gozarlo mientras apetezca y para crecer emocionalmente.
No hay límites para sentir, porque se trata de eso, de sentir.
Me encantó verte así de perdido, Dark, qué será cuando te encuentres. (ríome).
Comparto.
Namasté.
Muchas gracias por compartir, Morg, y muchas gracias por tu comentario. Quizás ya era hora de perderme... a fin de cuentas es para lo que me estaba preparando, para perderme y aprender. Para perderme y pensar que tal vez me estoy perdiendo en la bruma de alguien... no sé. Me encuentro desubicado, pienso que algo me viene grande o se me escapa o lo tengo entre los dedos a punto de abrazarlo... y claramente pienso más de lo debido. Y aunque tengo ideas para seguir escribiendo mis relatos e ideas que aparecen y desaparecen para seguir escribiendo esto, algo me pasa últimamente. No tengo prisa, así que ya se verá. Quizás hay algo que no comprendo o quizás lo entiendo y juego conmigo mismo... pero sí que siento que me siento a gusto escribiéndole a ella.
EliminarMuchas gracias, Morg, por acercarte por aquí y compartir tu sabiduría, yo me voy a seguir perdiendo un rato por mis propios pensamientos, entre los días y sus ideas... Ya se sabe: esto es tan viejo como el mundo mismo.
¡Un abrazote! ^_^
Hay textos que no deberías ser textos, al menos no textos escritos, pues son como una explosión del alma, un fluir de lava oral, que la palabra no hace más que quitarle su valor. Pero como es difícil transmitirlo a más de una persona (la verdadera receptora, si es que existe), tenemos que negociar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Jorge.
HD
Existe aunque ni siquiera sé su nombre. Bueno, sí, se llama miss Carrousel (o Pececillo Carrousel). Muchas gracias, Humberto, porque efectivamente esto es una explosión del alma. Y es muy cierto que aunque he intentado superar al maestro silencio, me quedo con la duda, porque las palabras de las que no estoy hecho se me están cayendo una a una. El vacío de siempre, más allá de los personajes, de las personas, esta vez llenándose de otra cosa, en cada hora y en la eternidad, supongo. Cuando sólo queda algo y no queda nadie, ¿quién puede negarse?
Eliminar¡Un abrazo, Humberto! ^_^
Todavía no pude leer completo el intercambio que tuviste con Pececillo, ya lo haré porque me interesa.
ResponderEliminarIgual que Sofya no hay muchas palabras para comentar este texto, porque pasaríamos por la mente las sensaciones que produjeron y se desvirtuarían...
Sólo puedo decirte que me pareció exquisito, delicado, poético y filosófico -como todo texto tuyo- y felicitarte por haber encontrado palabras ajenas que te inspiraran.
Esas corientes de atracción se dan, me ha ocurrido, y son tan enriquecedoras que no hay que desaprovecharlas.
Me voy muy contenta, Jorge, enhorabuena.
Un abrazote, guapo. y otro para Pececillo, a quien también pienso visitar.
Claro, comparto.
Muchas gracias, Mirella, por tu comentario, me alegro mucho de que te gustara. La verdad es que no sabía ni cómo acercarme no ya al texto, sino a la impresión que el poema de miss Carrousel me produjo, dejé fluir las palabras y esto salió. Agradezco muchísimo tu valoración -y no sólo porque sea positiva, ya lo sabéis todos-, aunque, fíjate, precisamente el texto que se publica el día quince no es ni delicado, ni poético, apenas filosófico y dudo mucho que sea exquisito, ya verás. A mí me gusta porque es un ejercicio de puro diálogo, pero habrá que ver si me ha salido bien. La atracción se da, desde luego, así que habrá que aprovecharla literariamente hablando, que sí que me está gustando este rollo de arrebatos, más poéticos en su caso que en el mío, pero oye, cada uno hace lo que puede. Muchas gracias, Mirella, de nuevo, esta vez por compartir.
Eliminar¡Un abrazote! ^_^