No, caballeras y caballeros, no se alarmen, mi cerebro es bastante más inteligente que yo.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Huida de Edén

Huida de Edén:

–Han matado a Simon.
–¡No me jodas, no me jodas…! ¡No me jodas! ¿Quién ha…?
–Franky y esos capullos. Le han pegado un tiro entre ceja y ceja.
–¿Pero qué coño ha pasado?
–Simon. Quería largarse y Franky ha decidido que no era buena idea.
–¿Qué?
–Así es como funcionan las cosas aquí, por lo visto.
–¿Pero qué coño me estás contando? Él no ha hecho, en fin… nada, ¿no?
–Sólo quería largarse de aquí, echarle un par de huevos y correr, y… ¡qué coño, tenía un par de huevos!
–¿Han matado al puto amo de Simon sólo porque quería salir?
–¿Y la historia del hombre no ha sido eso? Idiotas que estaban tan cagados de miedo con lo que había por ahí fuera que tomaban el poder y decidían la vida y la muerte de un puñado de paletos. Se puede establecer un cierto paralelismo. A Simon le dijeron que le fueran dando por culo, que, total, se iba a convertir en uno de ellos si es que no le terminaban devorando, ¿no? Y se lo cargaron.
–Bueno… también ha habido ánimo de grandeza y descubrimiento…
–¿Qué?
 –Digo a lo largo de la Historia. Ahí están los Carlomagno o, en un ámbito menos bélico y más creativo, los Da Vinci.
–Da Vinci no me sirve y Carlomagno era tan soplapollas como los demás.
–¿Que Da Vinci no te sirve? ¡Joder, Da Vinci hacía con la realidad entera lo que Shakespeare hacía con las palabras, esos tíos se follaban el mundo y se corrían en su cara!
–Vale, vale, centrémonos y volvamos a lo que ha pasado hará… ¿cuánto?, ¿cinco, diez minutos? Simon está muerto, ¿vale? No va a volver a tomarse un café con nosotras comentando la última revista porno que se ha encontrado por ahí o las páginas mugrientas de Macbeth que tenía el tío ese del taller. Simon estaba hasta los cojones y no se adaptaba a esto. Bastante ha durado aquí seis putas semanas. La gente no cambia, por eso el mundo se va a la mierda y resulta que nosotros seguimos siendo mucho peores que lo que hay más allá de la alambrada. Y Franky y esos subnormales podían no haberlo matado, ¿vale? Podían haber pasado de él y haberle dicho que se jodieran él y su puto viaje, que hiciera lo que quisiera, ¿pero qué más da una bala menos? Y seguramente estarán hablando o hablarán en algún momento (y seguro que lo harán) sobre qué hacer con nosotras, sobre si somos leales a nuestro culo protegido entre alambres de espino o al puto Simon que, permíteme que te lo diga, ahora no tiene muy buena cara. Y además, ¿no llegó a contarte por qué quería darse el piro con tanta prisa? Mierda, te lo iba a contar, claro… ¿No te lo contó?
–Eh…
–A ver, ¿ves muchas vacas por aquí?
–Esto… bueno, sí, bastantes.
–¿Sí?, pues te diré una cosa bien jodida: no son suficientes y no pueden ir matándolas así como así por motivos del más elemental sistema de subsistencia que incluso en un sitio como éste ha de tener lugar. A veces nos hemos comido a peña congelada, joder, por eso Simon prefería irse con los putos bichos come-gente de los cojones... quiero decir con los de fuera, los muertos. Por lo menos allí uno sabe a qué atenerse. Coño, creo que voy a estar sin cagar un día y medio como poco. Me trajo una pierna en conserva, la pierna de un puto niño, antes de decir que se piraba.
–A mí me la suda un poco comer gente, al menos si no han muerto con el propósito de alimentarnos como si fueran soylent green, en plan os matamos y eso… Mira, lo que me jode es que en este terruño a uno le maten por disentir.
–Y Franky y los que mandan se fijarán en nosotras, ¿o tú puedes tener la boca cerrada? ¡Venga… hasta ahora sólo hemos tenido potra!
–¡Vamos a palmar!
–¡Sí, joder! Porque la gente no cambia. Puta Historia.
–Tú eres la que necesita que la gente no cambie para poder seguir siendo tan… cáustica.
–Lo que tú digas, a mí aún me importa comer personas.
–No somos soylent green, ¿verdad?
–No. Pero eso no tiene, bueno… ya sabes… implicaciones: la gente no cambia.
–Gandhi dice que nos convertimos en el cambio que queremos ver.
–Gandhi está muerto. Pero yo necesito a alguien que le sonría a la vida para no volverme loca, ¿sabes?
–¿Gracias?
–Lo digo en serio.
–Está bien, yo también me necesito bastante viva.
–¡Que te jodan, lo decía en serio!
–Ya sabes que yo también, no te me pongas en plan digna. Oye y… gracias por haberme esperado.
–Ya, ya… Coge la mochila, he robado un par de falcatas, munición y provisiones… esto… atún, pasta y mierdas así, nada de brazos en salmuera. Podemos salir por donde la depuradora: en diez minutos hay un cambio de guardia y por allí nunca hay nadie ni cuando tiene que haberlo, ¿entendido?
–Joder… ¡joder!
–Eh, eres mi amiga, hemos pasado por mucha mierda juntas y no te voy a dejar atrás, te quiero y a veces siento no ser lesbiana y poder darte caña, ¿te vale con eso?
–Joder… ¿qué?
–Hala, en marcha.
–Oye, ¡no me gustan todas las tías! ¿Estás familiarizada con el concepto de “criterio”? Es eso que hace que te guste un consolador de veinte centímetros o una tarta de chocolate pero no un libro de García Márquez.
–¡Venga, hombre…! ¿No te gusto yo?
–Bueno… tú sí. Aunque es raro.
–Fantástico, ¡a correr!
–¿Pero qué…?
–Agáchate… no hagas ruido, ¿vale?
–Vale. ¿Qué está haciendo ese tío?
–¿Tú qué crees?
–Ah, coño… Esto… ¿y va a tardar mucho?
–¿Cómo coño voy a saberlo?
–¿No es un sitio un poco raro para hacer eso?
–¿Yo qué sé?
–Pero la gente cambia.
–¿Pero te quieres callar?
–¿Cuándo hemos parado de habl…? Eh, guay, el mendas se va.
–Cojonudo, ya no queda ni el tato. ¿Preparada para salir de este infecto reducto de experimentación alimenticia políticamente incorrecta?
–Esto… ¿has usado siete palabras para describirlo?
–Ya, ya… no se las merece. Arreando.
–¿La puerta está muy dura?
–¿Tú qué crees? Ayúdame, anda. ¡Y no cuentes palabras, joder!, es raro…
–Ya voy… Y has soltado trece, te jodes.
–Vale, así… de puta madre. Hacemos un equipo cojonudo, ¿eh?
–Coj… ¡Dios…!
–¡Corre, corre, corre!
–¿No nos han visto?
–Eso creo…
–¡Pero que están entrando!
–Y nosotras ya estamos fuera.
–¿No hay alambradas…? ¿Pero qué coño ha pasado aquí? Ahí dentro hay familias.
–Y aquí fuera, por lo visto, también... muertas, eso sí. Que les den por culo, ahora es su puto problema, bueno, y antes también lo era. Vámonos de aquí.

10 comentarios:

  1. Bueno, supongo que no es tan descabellado tu relato, no, ya se sabe cuando no piensas como ellos lo que ocurre...Si, no es nada descabellado, el poder es el poder y está manos de quién está.

    Un abrazo Jorge!

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    1. Muchas gracias, Sofya, por tu comentario. Hombre, hay cierta conversación y tal, pero es un relato muy de serie B. A mí me gustan estas cosas, pero creo que lo único reseñable -o casi lo único- es el ejercicio de estilo que supone crear un relato únicamente a partir del diálogo, sin mayor interferencia, y, pese a todo, hacerlo más o menos comprensible. El poder suele funcionar siempre de un modo muy parecido, sí, pero también es cierto que podemos moldearlo poco a poco a través de posturas más -o menos- humanistas. Hay en realidad un amplio espectro posible, desgraciadamente el momento en que vivimos nos lleva a pensar en un poder más bien autoritario y bastante ajeno a nosotros que, irónicamente, se apoya en nosotros para existir.
      ¡Un abrazo, Sofya! ^_^

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  2. Muy bueno, Jorge. Una lectura muy rápida y una narrativa gráfica para explicar una historia que bien podría darse en cualquier parte del mundo con la que está cayendo en estos tiempos. ¡Un abrazo!

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    1. ¡Hola, Klara! ¡Cuánto tiempo! Muchas gracias por tu presencia y tu comentario. Si el diálogo ha funcionado como hilo conductor me doy con un canto en los dientes. Como le decía a Sofya es sólo un ejercicio muy de serie B, me encanta por lo cutrillo que es, pero no tiene ninguna pretensión más allá del estilo. El poder... es difícil no hablar de él últimamente, además estaba pensando en el enorme problema que existe en España con la libertad de expresión: vale decir cualquier cosa, siempre y cuando concuerde con mi moral o mi opinión. No sé, no lo veo...
      ¡Un abrazo, Klara! ^_^

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  3. Por ser un ejercicio de "serie B", como lo definís, está muy bien logrado. Me gustan los diálogos solos, sin saber quién es quién y deducir la historia por lo que hablan.
    Tenés mucha agilidad y fluidez y usás bien el lenguaje coloquial (aunque a mí se me escape el significado de algunas palabras).
    Creo que hiciste un muy buen trabajo.
    Un gran abrazo, Jorge.

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    1. Muchas gracias, Mirella, la verdad es que a veces abuso del slang madrileño y peninsular cosa mala -he aquí el abuso-, en este texto va muy bien. Me alegro de que te parezca un buen trabajo, tengo que reconocer que consideré difícil al empezar esto de escribir una historia únicamente a base de diálogos, es difícil que quede natural y a la vez se dé información suficiente al lector para que pueda ubicarse y hacerse cargo de qué está ocurriendo. Tanto por exceso como por defecto, es una balanza difícil de equilibrar. Lo defino de "serie B" por la forma cutre de unas conversaciones cuyo contenido puede ser aceptable sólo a regañadientes, el tema de los zombis, el hecho de que al principio podría parecer una historia de criminales de poca monta y en general la atmósfera cercana al gore más barato -aunque no haya gore explícito en este relato-. Además, ya que estoy, aprovecho la estructura del texto escrito para hacer un poco de humor -lo justo, que es terreno desconocido al fin y al cabo-, aunque pueda ser éste bastante realista pese a todo: lo de contar palabras no es exclusivo de la escritura, evidentemente.
      De todas formas creo que el relato que se publica el día uno te gustará particularmente, ya verás -ya sé que puedo equivocarme, pero yo apostaría por ello si me gustara apostar-, no es un relatazo tampoco, ni mucho menos, pero no sé, creo que te gustará.
      ¡Un abrazote, Mirella! ^_^

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  4. La verdad es que ya lo había leído cuando lo publicaste hace unos días, pero no me atrevía mucho a comentar.
    Me encantan los diálogos, creo que es donde más fuerza adquieren los personajes. Me ha resultado extraño este ir y venir de diálogos sin más adornos, en ti. Pero un gran trabajo. ¿Hay algo que se te dé mal? Es retórica, la pregunta.
    Se me ha escapado más de una risa mientras lo leía, incluso esta segunda vez. Es muy pícaro.
    Y todo eso de que la gente no puede cambiar y no poder hacer lo que te venga en gana, pobre Simon, si el sólo quería largarse. Pues vaya mierda. Parece que están, que estamos atrapados, ¿no? Si algo no te gusta, a joderse. El problema viene cuando algo no le gusta a nadie. Entonces algo falla. Y no creo que sean las personas.
    Oye, ¿no has pensado en escribir algún libro? Es que se sale este texto. Me inspira mucha curiosidad en trasfondo que tiene.
    Te tengo que dejar que es hora de comer :(
    Muy bueno, de verdad.
    Besitos

    Miss Carrousel

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    1. Muchas gracias, miss Carrousel, atrévete, atrévete, que comentar nunca es malo. Hay cosas que se me dan mal -aunque sea retórica la pregunta, la respondo, ¡hala!-, pero siempre pienso que he nacido para tres cosas básicas: escribir y jugar al Crazy Taxi -al menos creo que es lo que se me da bien y, al mismo tiempo, me gusta-. Pero claro que hay cosas que se me dan mal, aunque a veces eso sólo hace que quiera aprender con más ahínco (¡ahínco!). ¿Sí, es muy pícaro? Me gusta ese adjetivo, y además esta clase de conversación histriónica es una parte importante de mí: esta clase de diálogos, ironía, chorradas, absurdos, decir lo que uno piensa sin más trabas que el respeto a uno mismo -que es lo mismo que decir de los demás- y a partir de ahí uno puede ser tan gráfico y tocahuevos como le permitan sus compañeros. De todas formas, ya ves, que ellas dos al final acaban saliendo por su propio pie, independientemente del poder circundante y todo eso. Claro que he pensado en escribir un libro, tengo mogollón de notas, trozos de diálogos y apuntes para hacerlo, pero va a ser un rollo onírico muy loco, de hecho, con toda probabilidad, Cognoscente, Tóra Sigmunddóttir o ¿Rompido y arreglado? son parte de ese libro. Ya te iré contando, porque es una idea que ha ido variando a lo largo de los años y creo que me queda bastante poco para ponerme con ello -dos o tres años a lo sumo, aunque uno nunca puede afirmarlo con seguridad-. El trasfondo, mira, quería que fuera curiosote y tal, pero sobre todo que fuera útil a la hora de ensamblar este ejercicio de estilo como bien se pudiera. La verdad es que los diálogos son de lo que menos me cuesta de escribir y es de las cosas que más me gustan. Pero sí, quería hacer una historia sólo a través de palabras habladas, sin adornos ni descripciones, a ver si salía. Así que nada, me doy por satisfecho. A ver si sigo escribiendo más movidas que se salen, mola. La verdad es que soy más friki... ¿cómo lo aguantas? En serio, qué entereza. Bueno, que comienzo a decir estupideces. ¡Que te aproveche la comidita! =)

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    2. De primeras ya te lo pregunto. Has dicho que tres cosas se te dan bien, y creo que se te ha olvidado mencionar la tercera (eso, o la has evitado conscientemente, intuyo). Pero ahora tengo curiosidad.
      Creo que en un diálogo es donde más puedes sacar a tu yo, aunque la lógica no lo crea así. Como dices, no hay trabas, no hay impedimentos. Dices las cosas y punto. Sin tacto.
      Dos o tres años aún es, eh... de poco nada. Pero bueno, esas cosas tienen que salir, así que cuando estés preparado será el mejor momento :)
      Debes saber que siento devoción por la gente friki. A lo mejor por eso nos llevamos bien. A saber jaja. Tú sigue siendo así de friki.
      Besitos.

      Miss Carrousel

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    3. Tampoco podría evitarlo, simplemente soy así. Lo del libro... tiempo al tiempo, yo al menos no tengo ninguna prisa y aún necesito esperar un poco aunque ya tengo bastante material, ya te iré contando. El tacto es importante a veces, no en este diálogo. Hablo del tacto no como excusa para la falsedad, sino ése tan especial que nace del respeto y que no tiene nada que ver con maquillar la realidad, sino con la sinceridad -por más que nos digan-. Por otro lado soy yo mismo y, en ocasiones, el tacto, sencillamente, no forma parte de la ecución. Por cierto, lo del vacío... ahora te lo explico, por lo menos... bueno, sólo puedo explicarte lo que siento y pienso, y cómo he llegado a la conclusión de que ni eso es algo mío... Ahora voy.
      ¡Un abrazote friki! ^_^

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