No, caballeras y caballeros, no se alarmen, mi cerebro es bastante más inteligente que yo.

viernes, 12 de febrero de 2016

Cambio punk


Cambio punk:

Eras muy pequeño (no decían pequeña) y querías unas botas en un supermercado, tu mente fue mi boca, mi boca fue tu deseo, las botas, de chica.

Había tantos problemas a tu alrededor que pusiste tu dedo índice de niño sobre mis labios, ahora no, un problema más no, por favor, dijiste. Yo me aparté.

Cuando te acostabas pensabas que algún día amanecerías siendo una niña, pero ese Dios en el que nunca llegaste a creer se había equivocado de cuerpo. Podías encerrarte, no salir, para no tener que fingir ni sufrir.

La infancia sólo dura un tiempo y tampoco fuiste feliz.

Te buscabas en el espejo, sin saber por qué no estabas al otro lado,  sabiendo que aunque eras tú, no podías reconocerte en tu reflejo.

A los veinte cultivaste tu cuerpo, buscando armonía con lo que fuera que te había tocado ser, pero aquello era como tatuarse para ocultar la piel.

Hubo un tiempo en que a la gente como tú se la veía a través de la espiral del trastorno.

Sin embargo tu cuerpo es la habitación acolchada, tus ideas, la camisa de fuerza.

Y tú y yo encontramos el tiempo crepitando, llenándose de olvido cuando la negación se sabe sin lugar llorando la memoria y acumulando suspiros pasados y futuros. La esperanza juega a esconderse en los ojos que miran, han transcurrido los años y cada vez cuesta más retenerme en tu interior porque ya no puedes pensarme muda. Los hijos no nacerán de tu luz y tus caderas serán un cuento de buenas noches. Pero ahora tengo tu palabra en mi poder, estoy fuera para combatir a tu lado y te hago la única pregunta que cabe hacerse en esta vida: ¿Tus días te han hecho mejor persona, más feliz?

He venido hasta aquí para ganar esta batalla, nunca más voy a ocultarme y tú vas a transformar el destino en tu estandarte.

Así que, hagas lo que hagas, SÉ TÚ MISMA.

Te vas a dejar los huevos intentándolo, créeme.


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