No, caballeras y caballeros, no se alarmen, mi cerebro es bastante más inteligente que yo.

martes, 9 de junio de 2015

Estudio sobre el trastorno de identidad asociativo

Estudio sobre el trastorno de identidad asociativo:

Cuánto dolor eran sus ojos, tanto que la ira no podía salir sino a destiempo y mis heridas sanaban más tarde, cuando el terror llenaba la sangre de todos los espacios que respiraban en el exterior: todo ese mundo que nos negábamos en la virulencia de una agorafobia preventiva. Al fin y al cabo había muchas razones para arrebatarle su humanidad a quien sólo había nacido de otra madre.
Ahora que mis cicatrices se atreven a hablar sigo recordando ese dolor destilándose en sus pupilas, la triste tinta con la que escribía las flores mientras su sonrisa se marchitaba llamando sueños a las cadenas con las que ataba las palabras, y es que se clavaba puñales con todas las letras que existirán en todas las lenguas, deshaciendo una y otra vez la desgracia de existir en soledad.
Y resulta curioso que cada día le dedique un pensamiento por la otra cara de la moneda, ésa que siempre temió no sería tan buena sino a través del contraste. Esa perfección que jamás necesitó el miedo y a la que el miedo amedrentó y convenció, a la que hace ya muchos años le dijo adiós. Y resulta curioso que de todas sus desdichas sea ese adiós la más desamparada, vendiéndose fósforos a sí misma en medio de una noche que no para de llorar.
Afortunadamente nuestro destino es el camino que andamos. Y no hay nada más que el atardecer en Irlanda veraneando sobre las cortezas de los árboles, donde, aunque ella no lo supiera, la duda que sentía no era capaz de encontrar un solo hueco cuando intentaba convertirse en relato para morir en brazos de la verdad más sorprendida y su mutismo. El aire sin embargo olía dulce como los misterios cuando el tiempo se unía entre dos palmas rezando.
Si escribes frases largas las letras se evaporarán como el humo oscuro de una vieja máquina ferroviaria que descarrila al atravesar uno de los fotogramas en blanco y negro. Y tendrás muy presente que las fronteras entre sentimiento y pensamiento tienen sólo cinco o seis letras y ninguna maldad ni sustancia. No creas que es una adivinanza, no pierdas el tiempo.

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Estudio sobre el trastorno de identidad asociativo: by Jorge Roussel Perla is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
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11 comentarios:

  1. Estás muy enigmático, por lo menos para mí. Me pareció que había varias voces dentro de la que habla. De todos modos lo tomé como una prosa poética surreal, que me encantó en sus imágenes.
    Un fuerte abrazo, Jorge.

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    1. En realidad si quieres te destripo el texto: Por un lado el primer párrafo, sin entrar en detalles, habla de una relación descompensada en la cual hay sufrimiento y daño. Se da la idea de que el exterior es un cerco inaccesible o indeseable que limita esa relación a un mundo muy pequeño, como si lo que hay afuera fuese un peligro para el vínculo y aparece la expresión “agorafobia preventiva”. No sé hasta qué punto puede descender la imaginación del lector con la última línea, pero resulta que, una vez se ha deshumanizado al otro, todo lo que se le haga, por terrible que sea, obedecerá a unas razones elevadas: se degrada un término (una persona, por ejemplo) que en principio estaba en equilibrio y, como una balanza, el otro (una razón, por ejemplo) se aúpa automáticamente. Personalmente creo que las personas no deberían ser tratadas ni como cosas ni como ideas, pero vete tú a decirlo por ahí (es una forma de hablar, la verdad es que les cogí manía a los moralistas, creo que caen en este error precisamente). Al margen de la crudeza que la escena presenta, supongo que es fácilmente universalizable, al fin y al cabo, ¿quién no ha querido a alguien alguna vez capaz de pasar por encima de los demás? ¿Y quién no ha deseado pasar alguna vez por encima de los demás, algo muy humano y destructivo?

      El segundo párrafo ahonda en las ataduras, en este caso pasando de las ideas a las palabras. Aquí hago una cabriola y todo y encadeno una sensación líquida escribiendo algo sólido, y las flores (ya mencionadas) con el marchitarse, de forma que la cadena resulta visible en el juego de metáforas, y después hablo de la esperanza y los sueños como la atadura, esta atadura remite a la soledad y al terror, mencionado en el primer párrafo. Y es que la esperanza es el miedo del revés y viceversa. En este párrafo además se diluyen, acoplándose, los tiempos pasado, presente y futuro, dibujando una imagen que parece extenderse hacia todas direcciones. Estos primeros párrafos son sombríos en el tono, lo cual contrastará ligeramente con el tercer párrafo y tomará un giro de ciento ochenta grados en el cuarto.

      El tercer párrafo habla de la otra cara, ahora bien, consumida por la oscuridad que, a veces, nublan nuestra vida humana (una lástima teniendo en cuenta que sólo tenemos una), pero sugiere otro camino. También dibuja un análisis, quizás demasiado peregrino de cómo el miedo venció al crear una batalla y ganarla, y cómo quien se siente solo a veces siente que no puede huir de sí mismo. Y quien siente miedo, sufre y llora.

      El cuarto párrafo nos devuelve a un presente, muy diferente de todo cuanto hasta el momento ha ocurrido, sosegado y en paz. Habla del dolor como un relato que no logra contarse en la medida en que ya ocurrió, muere en brazos de la verdad porque ella sólo vive ahora. Es muda porque es incapaz de darle la razón a nada ni a nadie, pero eso igual ya son elucubraciones mías demasiado sui generis (dejé de creer en el bien y el mal y mira, me quedé la mar de a gusto). El aire dulce de los misterios es el futuro llegando, incierto, emocionante, ignoto. Por otro lado el rezo expresa los buenos deseos y las ganas de luchar que tal vez puedan comunicarse sin palabras y el presente como un instante eterno.

      El último párrafo dice más que los demás quizás, habla del relato que se ha estado leyendo, de su estructura abiertamente difusa en sintaxis y tiempo, y juega con la frontera en cinco letras de sentí/miento y pensa/miento, aunque luego dice que no tienen maldad (porque están fuera de la ética) y que no tienen sustancia (porque en realidad no existen esas fronteras, es solo un juego de la mente, que no para de establecer dualidades útiles). Tengo muy claro que sentimientos y pensamientos son la misma cosa, al menos en mi cabeza. Creo que como mucho tienen formas distintas, pero eso como mucho y no estoy seguro del todo, es pasión lo que piensa.

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    2. Sin embargo en este análisis no me he descubierto, ha sido muy aséptico. Creo que si el texto tiene verdadera fuerza es porque expresa punto por punto mi última experiencia amorosa, tormentosa y larga y que ya acabó hace unos años, pero que es fuente de inspiración por lo llena de matices que está. Creo que ya te dije en algún momento que me maltrataron, lo cual en sí no tendría por qué ser nada definitivo (ni lo es), ni hace de mí una víctima (hacía de mí una víctima, claro, ¿pero de qué le sirve a alguien para superar algo que le digan que es una víctima?). Uno puede aprender a ser feliz o tomar el camino contrario o… yo qué sé… no aprender nada de nada. La historia propuesta ahonda en la humanidad de quien quizás te pega, te engaña o te tortura psicológicamente, porque, ¿te he dicho que dejé de creer en el mal y en el bien? Creo que se produce bastante perjuicio cuando se divide a las víctimas de quienes abusan de ellas: es un problema que crean dos clases de personas que se acoplan perfectamente la una a la otra, cada una con su dolor como si fueran dos piezas en un puzzle que conectan. Por otro lado se tiende a demonizar al maltratador y eso es absurdo, a fin de cuentas estamos ante una persona que puede ser maravillosa en muchos aspectos, claro que no entiende sabe amar. Pero la víctima tampoco, no te creas, que si no, uno no se entregaría a esas prácticas (tiene que existir previamente una alarmante carencia de auto-estima y cosas así). Creo que uno de los males del maltratador es, aparte de una autoestima alarmantemente baja (¿coincidencia?), el pensamiento de que existe la razón absoluta, que existe lo correcto y lo incorrecto y que a partir de ese sesgo debemos incluso postrarnos los seres humanos. El maltratado, evidentemente, comparte la percepción en la medida en que la consiente, es duro enfrentarse a esa verdad, por cierto, enfrentarse al hecho de que hay un problema de base en creer que la verdad o la razón puede estar por encima del ser humano. Por supuesto hay muchos criminales que no responderán a este criterio, pero si creemos que alguien feliz o que no sufre puede dañar a otros… ¿en serio no es como para hacérnoslo mirar? Por eso aproveché el último párrafo para intentar derribar los muros de la categorías, aunque sea un poquito. Porque el dolor y el amor son universales y muchas veces deshumanizamos al otro, también nosotros desde nuestra normalidad e inocencia, para arrancarles la piel. Por estas cosas he aprendido a ser feliz (nunca me había sentido tan feliz como ahora), a ser libre (nunca me había sentido tan libre como ahora) y tal. De verdad te lo digo, Mirella, que todas estas ideas son sentimientos y estoy convencido con la curiosa fuerza que da desconfiar de todas las verdades, que las categorías a veces nos confunden.
      Y te doy tantos detalles porque quiero honrar a mi propio escrito.
      La verdad es que cada vez creo que lo más importante es aprender, aprender lo que sea. Si alguien se encierra en una prisión mental de ideas rígidas, es muy fácil hacer un agujero en la pared, ¿no? Cuando hago taichí y pienso que lo suave vence a lo rígido, créeme, sé ahora de qué va el asunto: de no saber.
      Intentare pasarme en breve por tu blog (y muchos otros), últimamente voy fatal de tiempo. xD
      ¡Un abrazote! ^_^

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    3. Joder, y se queda corto el comentario... la verdad es que hay muchísimas más ideas danzando por el texto, no sé cómo me cabe tanto en tan poco...

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  2. Gracias, Jorge, por toda la explicación, me dejaste gratamente sorprendida.
    Te soy sincera me fue imposible descifrar tu texto y lo que me produjo no me acercó ni remotamente a lo que acabo de leer, a aquello que lo motivó. Y como alguien que escribe, en seguida me hice una pregunta: ¿es necesario que el lector entienda lo que el autor quiso decir? Me refiero a textos crípticos, con metáforas muy cerradas. Me pasa con muchos poemas y no soy de leer más que los que se publican en Ultra.
    Cuando los textos son tan íntimos y no hay una trama o algunos hilos por donde asirse, creo que no importa lo que capte el lector, seguro que en cada uno le pegará de una forma diferente. Yo me pude enterar del trasfondo y de lo que originó el impulso de escribirlo, porque tuviste la amabilidad de explicármelo.
    Estoy convencida de que cuando un escritor larga su texto, ya deja de ser como él lo concibió, ahora es "propiedad" de quienes lo leen y se transforma en lo que cada uno ve e interpreta de ese escrito.
    Lo que para mí fueron múltiples voces que hablan dentro de la voz narradora son las distintas etapas de su proceso personal. Cuando leo algo y se me escapa el significado, voy más a lo que despierta en mí, a la emoción, que a la mente que suele perderse en intelectualizaciones.
    Lo que cuenta es que la prosa gustó y mucho y que cada uno saque sus propias conclusiones ¿no te parece?
    Mil gracias por todo el trabajo que te tomaste, que también sirvió para conocerte un poco más y alegrarme de que ahora te sientas feliz y sereno.
    Un gran abrazote, Jorge.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo: el texto adquiere un significado distinto para cada persona sencillamente por la carga vital que cada uno tenemos. Por supuesto el autor juega con ventaja a la hora de entender sus propios textos (aunque no siempre pueda acercarse a ellos y comprenderlos). Por otro lado creo que el primer comentario que te hago es accesible: hay varias escenas/sentimientos sucediéndose. Si eso se comunica me doy con un canto en los dientes porque, efectivamente, el texto es muy críptico. La segunda explicación excede en realidad al comentario de texto, es una explicación personal que no se deja ver a través del texto y como esa motivación, podría haber muchas otras (evidentemente esa tiene enormes posibilidades de escapar por aquello de que es cierta xD). Es cierto que tengo muchos textos más claros, como lo es que los últimos dos son misterios en palabras para que cada cual encuentre lo que quiera en ellos.
      Un apunte, a mí me parecen múltiples voces, no creo que una persona sea la misma a lo largo del tiempo aunque haya una corriente mental que parezca ser constante, la gente cambia mucho y esa posibilidad me parece muy importante. Y también me lo parece ser muy consciente de que es una posibilidad, no una condición humana (y luego ya podemos meternos en a qué le llamamos cambio y qué es lo que tiene que cambiar para que digamos que alguien ha cambiado: un berenjenal muy chungo. Me alegro que te alegre mi alegría, dicen que la felicidad compartida es siempre el doble.
      Los textos, como las ideas, son libres de interpretación. Ser autor es una extraña condición…
      ¡Un abrazote! ^_^

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  3. Hola Jorge, antes de leer las explicaciones detalladas de tu expiación, pues más que un relato como tal, parece una liberación volcánica de sentimientos y emociones guardadas en el interior que necesitasen erupcionar y elevarse hacia el infinito.
    Más o menos se puede intuir que estás hablando de relaciones pasadas que han producido dolor por diversas causas, por el título parece algún trastorno psíquico, pero no lo sé. Si no lo he entendido mal, cuando hablas de la otra cara de la moneda, creo que estas pensando en los buenos momentos de la relación y cuando esa persona estaba estable, sin miedos que la trastornaran. Pues antes has estado hablando de momentos duros, y el dolor de recordar, por lo que intuyo que será eso, pues algo te ha producido daño pero sigues siendo capaz de evocar las cosas buenas de aquello.
    Me ha gustado la manera de enlazar la tinta y las flores, que conectan con la sonrisa marchita, pues aunque marchitar se haya extrapolado a cualquier aspecto de la vida, sigue estando indisolublemente ligado a las flores y plantas. Lo siguiente se me escapa un poco, pero lo de las palabras y cadenas parece como si hubiera una obsesión relacionada con el lenguaje, como un escritor loco que se encierra, una especie de Jack Torrance sin hacha.
    Pero como te he dicho, es todo como muy personal, dónde yo lo entiendo todo y lo veo porque lo he vivido, pero tampoco quiero contarlo de manera expeditiva pues es muy personal y me sentiría demasiado expuesto, por lo que lo cuento de forma genérica, sin entrar en los detalles.
    Al final aludes a la locomotora en blanco y negro, lo que me da que tienes que tener afición al cine, pues la locomotora fue una de las primeras imágenes en movimiento de lo que luego sería el cine. Una secuencia que impactó a todos los espectadores que se asustaron al ver acercarse la locomotora, secuencia icónica sin duda.
    Y no sé que más, decirte que igualmente me has evocado a Nacho Vegas, al que recientemente le dediqué una entrada y últimamente lo suelo escuchar con frecuencia, no sé si lo conoces, pero habla mucho de relaciones tormentosas siendo él la causa de los tormentos por culpa de sus adicciones. Morir o matar es un ejemplo perfecto, pero tiene otros muchos.
    Nada más, voy a ver si te leo las explicaciones a ver si he acertado algo, aunque sea por casualidad.
    Saludos y hasta otra.

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    1. Pues, como habrás podido leer, claro que has acertado. La verdad es que las relaciones pueden ser terribles, pero redurcirlas por ello a un infierno no sería ser fiel a la realidad. Por otro lado considero que el amor debería fundamentarse sobre los cimientos de la libertad y no dejarse estrangular por el miedo, y ni siquiera creo que tenga que ser un mensaje particularmente moral, me parece más bien una cuestión práctica. La felicidad, al igual que el sufrimiento, puede viajar de una persona a otra, por supuesto los sentimientos no son un elemento estático que podemos encarcelar a nuestro antojo, pero son algo cambiante que puede crecer de ser cultivado. En mi opinión el asunto se reduce a una cuestión de perspectiva: los hechos del mundo son los mismos, el relato que hacemos de ellos nos determina. Las letras, por supuesto, son maleables y nuestra opinión es sólo una opinión, más abierta, más cerrada.
      No te voy a engañar, la locura ya me dio un buen abrazo hace tiempo (¿o fue la cordura?), en todo caso siento un gran interés por las palabras como estandartes de las categorías y por las categorías como herramientas que, ordenando la realidad, pueden llegar a suplantarla. Creo que la apertura a través de ellas nos devuelve a un estado muy natural, no es que vayamos a aprobar todo, no es que las cosas dejen de funcionar como siempre, pero reconocemos que las categorías sólo eran herramientas (sumamente eficaces) y nada más. Te diría que es filosofía, pero en última instancia la anula (no la anula realmente, pero cualquier filósofo que te precie debería advertirte de que no hay argumentos si las palabras pierden su significado). Sigue siendo una forma parcial de verlo, porque el problema es que no podemos deducir una conclusión sin pervertir el mensaje de que las categorías son sólo herramientas, sea lo que sea eso.
      No conozco a Nacho Vegas, tendré que leerle en cuanto tenga algo de tiempo.
      Muchas gracias por tu comentario, me parece que has leído lo que quise escribir y que has sacado un comentario muy completo del texto. Por otro lado estoy con Mirella, cada uno lee lo que cada uno lee.
      ¡Un abrazote, Poeta Borracho! ^_^

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    2. Permíteme un leve consejo o sugerencia, si quieres conocer a Nacho Vegas, es mejor que lo oigas a que lo leas (puedes leerlo oyéndolo o viceversa), más que nada porque es cantante, aunque también ha publicado algo, pero ya no lo conozco.
      "Morir o matar" o "crujidos" son dos buenas canciones que hablan de cosas similares.

      Lo cierto es que nada en la vida debe estar sustentado por el miedo, ni el amor, ni el trabajo, ni la prensa, ni siquiera debe ser un condicionante, el famoso miedo al fracaso es estúpido aunque no sea sencillo ignorarlo cuando éste te afecta. Pero no quiero entrar en terrenos filosófico-morales ni paranoias personales.
      Saludos y a ver si otro día te puedo leer más cosas.

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  4. Definiría tu prosa como volcánica. Se presta a varias lecturas. Excelente!!
    Un saludo

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    1. "Volcánica", desde luego me gusta como suena, muchas gracias por el halago. Siempre he creído que una parte importante a la hora de escribir algo era que diese para un buen comentario, que tuviese varias capaz de complejidad y cosas así. Hombre, igual este texto es algo dificilillo, pero veo que está gustando mucho y quizás por el hecho de que me parece filosófico y buenrollista (al menos se desliza hacia el buen rollo al final) y que se trata de algo particularmente personal, me alegran muchísimo tus palabras.
      ¡Un abrazote, Marybel Galaz! ^_^

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