Hipostatizar las cosas:
Con su aparición dividieron el mundo.
Estaban abrazados. Eran dos aunque los dos eran conscientes en su fuero interno de que ser una dualidad no les impedía la unidad.
Sobre sus cabezas, elevándose allí arriba, había arena, brillante y ardiendo como el desierto bajo un sol.
A sus pies las nebulosas respiraban colores entre las estrellas brillantes y la negrura sin sonido.
Torrentes de agua caían como columnas en movimiento, confluyendo en el permanente horizonte que creaban sus ojos.
–Yo seré el sufrimiento.
–Qué bueno eres –asintió el otro dándole un beso.
–¿Así que ya estamos divididos? –quiso saber el primero riéndose.
–No.
Se miraron fijamente. Estallaron en carcajadas.
–Hacer verdades y mentiras es muy divertido.
–E irónico.
–Esto no es verdad ni mentira… ¡Pero yo me he pedido el sufrimiento, jo!
–¡No, tú la felicidad!
–¡No, tú!
–Es igual, ¿no?
–¡No, tú!
Rompieron a reír de nuevo.
Y desaparecieron.
Hipostatizar las cosas by Jorge Roussel Perla is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Based on a work at http://parafernaliablablabla.blogspot.ie/.
Me gustó mucho el texto, no sé si entendí lo que quisiste decir, tampoco podría explicarlo, la filosofía y lo abstracto me cuestan... se desvanecen en mi mente en imágenes.
ResponderEliminarPienso que la dualidad existe en cada cosa viva, precisamente para mantenerla viva.
No sabía el significado de hipostatizar y busqué en el diccionario (viste, tenes una seguidora bastante burra), lo que me aclaró medianamente el panorama.
El texto me gustó porque me generó imágenes y sensaciones, que si intento buscarle forma en palabras se irán directamente al carajo.
Te dejo un abrazo grandote, Jorge.
Mira que lo escribí en un momentito, porque no se me ocurría nada... me alegro de que te guste, Mirella. En realidad es la idea, en su estado germinal, de una cosmogonía, y en ese sentido sí que me gustaría escribir algo al estilo de mi adorado William Blake, pero, claro, ése es un listón altísimo y lejano y esto es casi un apunte sn relevancia ninguna en una libreta. Para mí sin embargo la dualidad es una herramienta, real en la medida en que todo cuanto está en la realidad pertenece a lo real, pero que recorre un doble camino porque, al ser un tamiz que usamos para comprenderla, transforma la realidad. Entonces la realidad debería ser a la vez, esa organización que nos porporcionan las categorías (engañosa y oscura en ciertos puntos), y ese caos (curiosamente ordenado) que se puede observar sin ellas (más allá de las palabras puesto que, ¿quién observa qué? ¿Y qué separación hay entre esas categorías y eso sin categorizar? ¿Qué distinción cabe entre la boca y la palabra? ¿Entre la tristeza y la lágrima? ¿Entre la alegría y la sonrisa? ¿Entre la mente y el cuerpo?). Claro que para que se den varias interpretaciones escribe uno estas cosas, digo yo. Cuando me vea capaz, escribiré algo en condiciones.
Eliminar¡Un abrazote! ^_^
Me gusta la manera que tienes de describir, parece un escenario un tanto irreal pero creo que por eso me ha llamado la atención.
ResponderEliminarTe aseguro que yo no me lo pensaría. Yo sería felicidad sin duda aunque tenga complejo de sufrimiento.
Te sigo :)
Muchas gracias por tu comentario, Niar Pyx, y por que te hayan entrado ganas de sumarte a esta locura literaria de nombre absurdo. Me alegro de que te haya llamado la atención el relato a pesar de lo sencillito que es. Claro que la sencillez es también un método (con la que yo me suelo atrever poco porque para ser sencillo hay que tirarlo todo antes, y ése es el camino de los que saben qué ignorar y cómo llevar adelante su arte). Si te ha gustado este breve esbozo cosmogónico y si me lo permites, te recomiendo De luces y sombras, que podrás encontrar en el archivo del blog, en el mes de enero de este mismo año, a ver si te animas. Aunque no es el único relato de este rollo onírico que hay en el blog, ni mucho menos…
Eliminar¡Espero que te guste lo que encuentres por aquí! ^_^
Eres absolutamente abrumador cuando te pones en este plan. Se me ocurren varios motivos por los que pedirse el sufrimiento. Serían visiones personales, mías. Y eso es lo bonito de las palabras, poder interpretarlas. Pero en este caso... Por qué? Por qué escoger el sufrimiento, por qué quiere serlo? Y lo más inquietante (y no digo extraño)... De dónde ha salido ese contraste tan fuerte, esa otra cara de la luna... Por qué felicidad y sufrimiento han decidido unirse, romper a reír y desaparecer? Quizás no pueda existir una sin la otra. Quizás uno no pueda ser completamente feliz hasta haberse dejado embaucar por el dolor en el pasado y haber logrado dejarlo ahí, bien lejos, bien cerca del corazón. Quizás no se pueda sufrir si no se ha sentido lo que es la tranquilidad de no hacerlo, la paz interior. Quizás... estamos hechos de contrariedades.
ResponderEliminarEspero no haberme ido por las ramas respecto al texto. Un besito 😊
¿Por qué ríen y desaparecen, tronca? Efectivamente, como dijo un gran sabio hace ya tiempo: “perseguir la felicidad y evitar el sufrimiento es una comedia ridícula”. Son dos caras de la misma moneda, es la realidad intermedia la que se queda fuera y la que está dentro, del mismo modo que la moneda es moneda precisamente porque se encuentra entre sus dos caras.
EliminarY tú dices: “Quizás uno no pueda ser completamente feliz hasta haberse dejado embaucar por el dolor en el pasado y haber logrado dejarlo ahí, bien lejos, bien cerca del corazón”. Es una frase perfecta, muy densa (para quien quiera rebuscar y perderse) y muy sencilla a la vez, porque ya que nos ponemos a contemplar la realidad… Y encima continúas dibujando el círculo perfecto y disipando las dudas: “Quizás no se pueda sufrir si no se ha sentido lo que es la tranquilidad de no hacerlo, la paz interior”. Esto es, como diría Humberto, de orgasmo intelectual, o quizás no intelectual, quizás de orgasmo vital o algo así. Tú has escrito este relato mucho mejor que yo, miss. ¿Hay algún emoticono de “choca esos cinco”? ¡Dios, tenemos que escribir, tronca! ^_^
Pues este comentario es mucho más corto que el de Literatura de ésa, no por nada, sino porque, como te digo, has escrito esto mucho mejor que yo, hay que ver, cómo mola jugar a tu lado. Y como soy un poco infantil para esto de jugar… ¡¡¡Yupiiiii!!! Por cierto, no te lo he dicho antes, pero me alegro mucho de leerte por aquí, sabia señora Final.
¡Un abrazote, miss Carrousel! ^_^